se acaba el verano

pocos meses, muy cortos todos ellos.

Pero así es el verano.
Siempre insuficiente. Siempre genial. Siempre estimulante. Siempre diferente. Siempre genial. Y siempre insuficiente.


Hoy no voy a escribir nada del más allá de la imaginación. Hoy voy a contaros mi verano. Como si fuese la redacción que haces cuando empiezas el nuevo curso con 10 años.


El verano siempre empieza con un final. El final del curso.
Aunque yo este año no haya tenido de eso si que lo viví.



Primero tuve que despedirme de mis compañeros de piso con los que había pasado muchas risas durante el curso. Con su obligada cena despedida.

Luego cambiar de piso y hacer la nunca deseada mudanza. Un lio de muchos días.


Pasé unos días geniales cuando empezó a hacer calor, y amigos míos ya estaban de vacaciones. Estuve en la playa y me quemé un par de veces.

Después tuve vacaciones. Y qué vacaciones! Estuve de aventura pseudo-mochilera (por que íbamos en coche) más de 15 días. Las mejores vacaciones de mi vida, con diferencia. Además la compañía no podría haber sido mejor.

Me fui con Freyja con la idea de llegar a ver Finisterre saliendo desde San Sebastian. Y a pesar de ir con coche, no llegamos ni a Asturias.
Eso sí, las aventuras que tuvimos no pueden explicarse. De hecho no me acuerdo de todas. Pero ya publicaré el diario de viaje cuando me lo dejan (espero que me lo dejen ^^ ).

Fueron unas vacaciones totalmente relajadas. No había horarios, ni normas, ni quehaceres ni nada por el estilo. Nuestra única preocupación era pensar donde poner la tienda a las noches y que la policía no nos viese. Comíamos cuando teníamos hambre, nos duchábamos cuando teníamos ocasión y disfrutamos de la calma del mar y de la montaña todo lo que pudimos. Jugamos al strip-ajededrez, bebimos José Cuervo y escribimos unas cuantas lineas. Hubo mucha música y muchas historias. Mucho fuego y muy buen rollo.

Tuvimos de lo mejor que se puede tener sin en realidad tener casi nada.

El final de mis vacaciones fue acompañado por unos días de San Fermines en Pamplona.
Menuda aventura volver a casa el primer día que bebimos una triste cerveza. El camino fue imposiblemente largo.
Menuda aventura estar con mis colegas que no veía desde hace tiempo y hacer buena fiesta.
Menuda aventura quedar con más amigos que no veía desde hacía demasiado tiempo y tener una aventura de fiesta.

Y se acabó. Eso fueron todas mis vacaciones.
Y la vuelta al trabajo estaba a dos días.


Luego tuvimos las fiestas típicas de todos los pueblos a los que podemos ir. Pero esto es algo que todo el mundo sabe como son.

Fiesta y gente. Gente y fiesta.
lista de pueblos:
-Elizondo
-Lekaroz
-Lodosa
-Legazpi
-Elizondo
-Lodosa
-Hernani
-Bilbao
-Pamplona
-San Sebastian




Entremedias tuvimos el Jazzaldia y su ambiente cultural y musical. Una semana genial. Buena música, buena compañía y con mucha suerte me invitaron a ver a Madeleine Peyroux.

Donosti este año ha estado muy bien musicalmente. En fiestas, en el Jazzaldia y en el festibal Kutxakultur que se hizo.

Un fin de semana muy juerguista y además regatas.

Y con la vuelta de los estudiantes a sus respectivas pocilgas, el verano va perdiendo fuerza. Que no quiere decir que dejemos de hacer cosas divertidas y muchas fiestas, cada vez hay más quehaceres y menos tiempo.

Y para finalizar, ahora me queda una última mudanza.

Cuando esté todo listo habrá una fiesta de inauguración y toda la gente con la que e estado este verano esta invitada.

Será un viernes, de los primeros de noviembre y por la tarde.

Para acabar esta redacción me gustaría decir que ojalá el verano que viene fuese la mitad de bueno que este.

Y espero que la gente se lo haya pasado tan bien como yo! 

Hasta el verano que viene. Nos vemos.