El susurro influyente de tu yo sigiloso

Tomo las riendas de este portal que consigue éxito gracias a su falta de definición. Es como cualquier jovencillo que aún no ha encaminado su vida, cree tener una cultura musical bastante formada, pero le es inevitable hablar de sexo, sentimientos, muerte y albóndigas, o mejor de albóndigas que tienen sexo y mueren avivando sentimientos.

Supongo que debo aportar algo, y poco es lo que me viene a la cabeza. Si, a los buenos escritores también nos pasa, tienes problemas, te bloqueas, y una hoja en blanco se convierte en tu mayor rival.

Uno de los dueños de este “Popurrideblog” acaba de declarar que ni siente ni padece cuando alguien muere. Casi me da un patatús. “La vida es para los vivos”, y se queda tan ancho. Hay que asumirlo, si. Pero no sé a que clase de gente ha conocido, porque aquí malos hay hasta hartar. Y cuando uno bueno se va, lo añoras, lloras, y te deprimes porque el amor, la sabiduría, y el placer que te dió no es comparable.

Solo echo de menos a una persona, pero la recuerdo cada día. Porque mientras haya recuerdo, hay vida. Quiero que siga siendo así. Ha formado parte de mí, y no merece que la deje ir. No sufro al pensar en lo que pasó, simplemente evito olvidar todo lo que me enseñó.

Si quiere el señor Mr.Jai, seguir siendo un Iceman, o por lo menos dar esa imagen, que lo haga. Aun así, le pediré, que sí algún día no estoy, haga el esfuerzo de recordarme, y no se convierta en culpable de mi olvido.

Volveré a escribir de manera puntual (lo sé, me lo pedirán jaj) en esta, la zona de suéltalo y no te lo calles, con un tema más alegre. Mientras tanto, ohh Señor que estás en los cielos, bendice esta pizza calentada en microondas y haz que mañana vuelva mi madre, amén.

Un abrazo.





Alowlight.



Idazlea: Ariane tócame el _ene